La bárbara sinfonía de Franck Sorbier
Sorbier, modisto y alquimista, presenta una temporada convertida en una oda a lo salvaje, en la que la fuerza bruta y la belleza refinada caminan de la mano para escribir la elegancia en mayúsculas.
Para la próxima temporada, Franck Sorbier apuesta por un estilo basado en la artesanía tradicional, combinada a la perfección con las técnicas más innovadoras, para dar forma a creaciones que revelan el animal que vive dentro de nosotros.
Sorbier nos invita a dejarnos seducir por la esencia de los bárbaros, inspiración más que clara de una colección que llega para rendir homenaje a la leyenda de las conquistas de un pueblo cargado de historia.
Así, el diseñador francés sueña con una mujer que afronte la nueva temporada envuelta en piezas de alta costura en las que se fusionan fuerzas opuestas: los bordes irregulares y crudos se unen a delicados y meticulosos bordados; las texturas chocan con los brillos metálicos futuristas.
Todo es posible en la colección firmada por un Sorbier que anhela una mujer que imponga en vez de susurrar, que viva la vida con pasión y que, dentro de la violencia de los materiales que impera en cada una de las combinaciones que dan forma a la colección, esa mujer encuentre una única motivación: crear.
Cada pieza de la colección firmada por Franck Sorbier es una armadura en sí misma. Una armadura ideada para mujeres a las que busca convertir en auténticas guerreras de la paz.
Son mujeres que van a poder elegir, para alzarse como tal, entre túnicas de Jacquard fragmentado, salpicado de hilos dorados como si de antiguos pergaminos se tratase; gasas negras como sombras sobre organzas perfectamente dispuestas; o túnicas drapeadas, bordadas con encaje de guipur centenario, que buscan rendir homenaje a guerreros con una fortaleza que trascendía las armas.
Entre este abanico de tonos metálicos y negros profundos propios de épocas medievales, la paz.
Una paz que encuentra en la ligereza de algunas piezas de la colección su máxima expresión: corpiños de una seda vaporosa que se entrelaza con organza y plumas, o el satén con ramas de olivo bordadas, símbolo universal de la reconciliación.
Franck Sorbier busca con su nueva colección establecer la evidente, e histórica, dicotomía entre la guerra y la paz, a través, en su caso, de una colección llena de poesía y filosofía.
Una vez más, el diseñador se apoya en la alta costura para narrar historias, historias que, en esta ocasión, no se limitan a las telas y a las formas, sino que evocan la resiliencia, la historia y la eterna tensión entre el caos y el orden.
Una colección que busca mostrar que, en medio de toda la agitación que diariamente vivimos en pleno siglo xxi, la paz es la victoria definitiva.