La esperanza contenida de Issey Miyake
La casa de moda japonesa presenta una colección convertida en testimonio sutil de que la moda protege y libera, acompaña y transforma.
Bajo la silueta de la noche invernal, Issey Miyake presenta una colección otoño-invierno 2025-2026 en la que cada prenda, cada combinación, danza entre la frontera de la libertad y la estructura.
Una colección en la que las telas cobran vida, se pliegan, se inflan, se retraen, como si respiraran al ritmo de un universo en el que el calor humano y la tecnología se funden a las mil maravillas.
Para su nueva colección, Issey Miyake apuesta por una paleta cromática que respira tintes etéreos: plomo helado, gris acero, turquesa profundo y un tenue coral que emerge tímidamente sobre tejidos sintéticos y naturales.
Cada prenda se presenta como una amalgama de capas invisibles, plisados termosellados y acabados que parecen reflejar la luna en el agua estancada.
Los abrigos se presentan como cápsulas protectoras, pensados para quienes afrontan su día a día sin parar en un entorno urbano con temperaturas poco amables.
Por el contrario, unos guantes sin dedos elaborados con neopreno suave permiten libertad manual mientras conservan una estructura casi arquitectónica.
Los pantalones y faldas se presentan como combinaciones perfectas de tejidos reciclados y fibras híbridas: unos modelos plisados y otros de corte recto, perfectos, con cinturillas que abrazan el cuerpo sin necesidad de broches y artificios tradicionales.
El minimalismo orgánico de Miyake se contempla en estas líneas puras, casi conceptuales.
En los tops y partes de arriba, Issey Miyake apuesta por la ligereza a través de piezas que parecen pintadas con una sola pincelada, cortes diagonales, sugerentes transparencias y pespuntes que aparecen como venas cargadas de vida.
Como complementos, accesorios que desafían la normalidad: sombreros de ala desmontable, mochilas angulares y bufandas hexagonales.
Creaciones que no solo vienen a decorar, sino también a aportar firmeza, movilidad y calor.
En su nueva colección, Miyake apuesta por el diseño sin límites, por el respeto por la forma, por el discreto diálogo entre lo orgánico y lo tecnificado.
Cada prenda se convierte en camino hacia un futuro posible: íntimo, colaborativo, pensado para el cuerpo humano y su pausa.
Issey Miyake nos invita a dejarnos seducir por una colección que transmite un mensaje de esperanza contenida: incluso en el frío más extremo de los meses venideros, la calidez de la innovación y la armonía pueden llegar a definir cómo nos mostramos y, en definitiva, cómo vivimos en el espacio que nos ha tocado habitar.