La oscura sofisticación de Stéphane Rolland
Una colección en la que la elegancia atemporal se mezcla con el estilo más vanguardista: Rolland en estado puro.
Stéphane Rolland se muestra fiel a su estilo en la próxima colección otoño-invierno 2024-2025 en la que apuesta, como ya nos tiene acostumbrados, a volúmenes por doquier, formas teatrales, faldas corpulentas, estructuras sugerentemente envolventes y diseños tridimensionales, con los que invita a la mujer a llenar su universo de la sofisticación extraordinaria tan propia de la haute couture.
El diseñador francés nos invita, a través de su colección, a disfrutar de creaciones casi arquitectónicas y repletas de detalles que, a lo largo de los años, han servido para identificar, con claridad, el sello Rolland.
Así, el virtuoso de la aguja apuesta por una colección que él mismo identifica con una profunda carta de amor a la elegancia parisina característica de épocas pasadas, a las que rinde un profundo homenaje a través de piezas únicas que encarnan el glamur y la elegancia de la ciudad del amor en los años cuarenta y cincuenta.
Stéphane Rolland vuelve a mezclar de manera magistral la elegancia atemporal con el estilo más vanguardista en piezas envueltas en encanto y misterio, sentimientos que refleja a la perfección en la paleta de negros y blancos inmaculados, así como en los patrones fluidos que envuelven el cuerpo de una mujer nostálgica que busca dejarse abrazar por una sensualidad sutil y una profundidad oculta bajo una superficie brillante.
Escotes profundos, espaldas al descubierto y cinturones repletos de diamantes adornan la piel desnuda añadiendo ese toque de misterio seductor con el que Stéphane Rolland invita a la mujer a sentirse única.
Auténticos vestidos joya dignos de la alfombra roja más exclusiva, broches xxl, plumas, piedras o sugerentes espaldas cubiertas por las transparencias más delicadas se convierten en constantes de una colección que anuncia un invierno oscuro a la par que sofisticado.
Stéphane Rolland da forma a una colección en la que el crepé de lana, el terciopelo, el gazar, el tul y el satén crean una sinfonía de texturas hipnóticas con las que la mujer busca cautivar y enamorar.
Y como diferenciación clara esta temporada, Rolland invita a la mujer a dejarse seducir, de manera desmedida, por la sastrería más exclusiva con la que consigue marcar los hombros ofreciendo un toque masculino y rudo a una colección que se caracteriza por una cándida fluidez.
Elementos estructurados de manera rígida que contrastan maravillosamente con vestidos de gasa sumamente delicada.
Lujo y sensualidad. Sofisticación y glamur. Vanguardismo y atemporalidad. Sin duda, Stéphane Rolland en estado puro.