El toque naíf de Andrew Gn.
Satén, lentejuelas y pedrería por doquier para una mujer que, envuelta en el romanticismo más puro, está dispuesta a brindar por el milagro de la vida.
Si alguien sabe de romanticismo en la vorágine en la que se encuentran inmersas las pasarelas del siglo xxi, ese es Andrew Gn.

Uno de esos diseñadores en peligro de extinción que, a través de sus creaciones maestras, son capaces de convertir una pasarela en exóticos puntos de luz a través de creaciones nacidas para deslumbrar.
Para la próxima temporada primavera-verano 2018, Andrew Gn no defraudará e invitará a quienes decidan apostar por su casa de moda a beberse la vida a sorbos disfrutando de cada instante.

Instantes y momentos para los que Andrew Gn tiene reservada una paleta de colores realmente sorprendente y llena de alegría, sabor y exotismo que, a buen seguro, conseguirá hacerse un hueco entre las mujeres que buscan total looks con los que no dejar indiferente a nadie.
Vestidos de cortes elegantes y sofisticados propios de auténticas estrellas del celuloide que, cuando se desprenden del glamur que las envuelve, no dudan en abandonarse a creaciones cómodas y desenfadadas, en las que los ponchos, jerséis amplios y vestidos de inspiración western se convierten en aliados de excepción.

Andrew Gn sabe a las mil maravillas envolver la figura femenina en brocados de ensueño; estampados salpicados de elegantes flores y lunares; y pedrería, mucha pedrería, para brillar en un universo que también guarda su espacio para el satén y las lentejuelas propias de las noches más tórridas y lujuriosas.
Y en el epicentro de este universo, las formas geométricas acompañadas por mangas naífs con las que Andrew Gn consigue adornar tejidos que caen y fluyen por una silueta femenina de la que brota a raudales una inocencia pícara y desmedida.
