Salvador Dalí y Gala, su eterna musa.
Salvador Dalí pintó a su esposa Gala una y otra vez. ¿Quién era esta mujer que todos admiraban? … ¿musa inspiradora de artistas y poetas? … ¿creadora?
Sin duda, fue una dominadora angelical-demoníaca de los sueños de Salvador Dalí… ademas de artista, historiadora, empresaria, escritora e icono de moda.
Elena Dimitrovna Diakonova, nacida en Rusia, poseía una gran sensibilidad para el arte y fascinante atractivo intelectual.
En Paris perteneció al grupo Surrealista y muchos de ellos se enamoraron de ella.
Estando casada con el poeta Paul Eulard, mantuvo un menage-à- trois con el pintor surrealista Max Ernst. Este pintó un retrato de los Surrealistas donde la única mujer era ella.
Conoció a Dalí con Buñuel y Magritte. En 1934 Gala abandonó todo por el español y se convirtió oficialmente en “Gala Dalí”.
Gala era 10 años mayor que el artista, jovencísimo y desconocido. Durante toda su vida, ella estuvo a su lado como musa, modelo y agente.
Aparece retratada en cientos de pinturas y dibujos, a menudo como la Virgen Maria.
El artista escribió: “pinté mis cuadros con la sangre de Gala”. Incluso firmaba con firma conjunta: «Gala Salvador Dalí”.
Esta misteriosa mujer culta, talentosa creadora, colega y compañera de poetas y pintores, vivió su arte y su vida de una manera intensamente literaria.
Gala era una mujer elegante y sofisticada, muy consciente de la imagen que quería proyectar.
Tuvo un impacto enorme en el desarrollo del Arte de Vanguardia.
Siempre se sentía más cómoda en las sombras, pero como Salvador, también quería convertirse en leyenda algún día.
Encontró su lugar en el movimiento Surrealista y su imágen permanecerá para siempre en las pinturas de Dalí.
Exposición “Gala-Dali”, Museo Nacional de Arte de Cataluña (Barcelona) y Fundación Gala-Salvador Dali (Figueras).