Sir David Chipperfield, el arquitecto de los museos, premio Pritzker 2023
El británico acaba de ganar el más alto honor de arquitectura. Es famoso por sus trabajos de diseño y renovación de museos y conocido por sus elegantes intervenciones modernistas en edificios históricos.
Sir David Chipperfield es arquitecto, urbanista y activista. Nacido en Londres, se crió en una granja en una familia modesta y se graduó en Kingston School of Art y London School of Architecture (1980).
Sus primeros encargos importantes fueron el Museo Gotoh en Chiba (Japón) y el Museo River Rowing en Henley-on-Thames (Inglaterra). Después de trabajar con los mejores maestros, como Norman Foster y Richard Rogers, fundó su estudio, David Chipperfield Architects (1985). Hoy tiene oficinas en Londres, Berlín, Milán, Shanghai y Santiago de Compostela (España). Durante su carrera siguió especializándose en la creación de «templos para el arte».
Es impresionante contabilizar cuántos museos ha diseñado:
- Museo Jumex en Ciudad de México
- Turner Contemporary, Margate (Inglaterra)
- Kunsthaus Zürich (Suiza)
- Reconstrucción del Neues Museum (Berlín)
- Ampliación de Neues Nationalgalerie por Mies van der Rohe (Berlín).
- St. Louis Art Museum (Misuri, EE. UU.).
- Museum of Modern Literature, Marbach (Germany)
- West Bund Museum, Shanghai (China)
Otras obras destacadas incluyen la restauración de un palacio del siglo XVI en la Piazza San Marco de Venecia, el Edificio de la Copa América en Valencia (España), la Capilla del Cementerio Inagawa en Hyogo (Japón) y la Biblioteca Pública de Des Moines en Iowa (EE.UU.).
El jurado del premio alabó su discernimiento entre la preservación, la reconstrucción y la adición. Admiraron especialmente sus obras de restauración de un palacio veneciano y la renovación del Neues Museum en Berlín. Los cuatro siglos que separan a estas dos joyas, parecen no tener dificultades para el ganador del Pritzker. El declara rechazar un estilo internacional de arquitectura en busca de elementos que resalten las cualidades de los contextos locales.
Uno de los momentos sublimes para Chipperfield fue trabajar en la famosísima Plaza de San Marcos en Venecia. Pocos arquitectos en la historia han tenido el honor y el privilegio de rediseñar este hito turístico de incomparable valor histórico para la humanidad.
Allí contrató a artesanos tradicionales para revivir los frescos originales, el terrazo y los suelos de yeso, descubriendo capas de historia. Incorporó trabajadores y técnicas de construcción locales para obtener resultados modernos.
Otro proyecto de valor incalculable, donde dejó su huella es la Neues Nationalgalerie (2009), anteriormente diseñada por Mies van der Rohe en Berlín. Incluyó elementos preservados del edificio dañado en la Segunda Guerra Mundial. Casi 10 años después (2018), construyó la Galería James Simon, entre el Neues Museum reconstruido y un brazo del río Spree. El edificio es centro de visitantes y galería de arte.
«Aquí Berlín tiene uno de los mejores edificios públicos de Europa». escribió Michael Kimmelman en el New York Times, describiendo la empresa.
En un esfuerzo por que su arquitectura contribuya al bien cívico, Chipperfield diseñó el Edificio de America’s World Cup 2006 en Valencia (España). Se utilizó, no solo como centro de hospitalidad para equipos y patrocinadores, sino también como espacio público, con tiendas y terraza con vistas al río y la ciudad.
Chipperfield está comprometido con una arquitectura de presencia cívica discreta pero transformadora. Incluso a través de encargos privados define el ámbito público, siempre con austeridad. Evita movimientos innecesarios y se aleja de tendencias y modas. Sus edificios se convierten en un mensaje relevante para nuestra sociedad contemporánea. Tal capacidad para realizar operaciones de diseño meditadas aporta una dimensión de sostenibilidad que no era obvia en los últimos años. No solo elimina lo superfluo, sino que además, crea estructuras capaces de perdurar, física y culturalmente.
En una entrevista, Chipperfield se mostró profundamente frustrado por la falta de sensibilidad generalizada. Expresó su placer por ganar el premio, pero aprovechó esta oportunidad para llamar la atención sobre la arquitectura que debe volverse sostenible y accesible para las masas.
Debería ser un derecho civil tener vivienda, un buen entorno físico. No debería ser un privilegio de los ricos. No podemos dejar partes de la sociedad atrás.
Sir Chipperfield se siente un tanto incómodo por haber recibido el máximo galardón de la arquitectura.
No es porque sea desagradecido. Es bueno ser reconocido. Pero creo que la arquitectura es más importante que los arquitectos. Creo que nos enfrentamos a dos crisis existenciales: la desigualdad social y el colapso climático.
Esas prioridades explican porqué la junta le nombró laureado. Él elige hábilmente las herramientas fundamentales para un proyecto en lugar de celebrar al arquitecto como artista. Este enfoque explica porqué, a veces, un creador dotado casi puede desaparecer.
Chipperfield es conocido por fusionar espacios elegantes y modernos con edificios históricos. En 2013, completó la adición de una nueva galería al St. Louis Art Museum (Missouri, USA). Es una nueva ala de hormigón pulido y vidrio para el museo de Bellas Artes diseñado por Cass Gilbert para la Exposición Universal de 1904.
Tras suceder a Francis Kéré en 2022 y Anne Lacaton junto con Jean-Philippe Vassal en 2021, Chipperfield es ahora el ganador número 52 del Premio Pritzker, fundado en 1979.
No se trata de paneles solares y ventanas aislantes, sino de hacer cambios fundamentales. Todas nuestras acciones deben medirse, no solo en términos económicos, sino por su impacto social y ambiental.
Chipperfield cree que, como arquitecto individual, no puede hacer mucho para conseguir el progreso, ya que le contratan para cumplir los deseos de un cliente. Pero opina que su cohorte, como grupo, debería desempeñar un papel importante para educar a las próximas generaciones, empujando a los clientes hacia prácticas socialmente responsables.
No es nuestra culpa si casi nadie construye viviendas sociales. No podemos salir y construirlas nosotros mismos. Pero como grupo profesional, colectivamente, no hemos contribuido como deberíamos.
Es bien merecido que el jurado otorgue a Chipperfield el Premio Pritzker por abrazar lo preexistente, diseñando, restaurando e interviniendo en sus construcciones. Es un maestro en crear y reinventar museos en edificios capaces de perdurar, física y culturalmente. Con sus obras, consigue mantener un brillante diálogo con el tiempo y el espacio.
