Guy Laroche se decanta por la sobriedad del blanco y el negro para callar las voces de quienes se empeñan en teñir el verano de color.
¿Quién ha dicho que debemos teñir nuestros armarios de color con la llegada de los días en los que el sol y las altas temperaturas irrumpen en nuestras vidas para quedarse durante algunos meses?
Richard René, diseñador de Guy Laroche, lo tiene claro. Y como muestra, la próxima colección primavera-verano 2019 con la que pretende seducir a una mujer que, hastiada del frío, busca luz en una paleta de colores alejada de la sobriedad de los inviernos más duros.
Una colección diferente para una mujer distinta. Creaciones perfectamente medidas y estudiadas que ansían encontrar un hueco en la vida de quienes se niegan a seguir patrones.
Piezas únicas creadas a partir de la clásica y elegante dicotomía del blanco y el negro se entrelazan a las mil maravillas en patrones asimétricos que vendrán a llenar las calles de sensuales figuras geométricas.
Sensualidad que Guy Laroche encuentra en elegantes y delicadas transparencias que insinúan el cuerpo de una mujer decidida que camina mirando de frente a la vida.
Curvas femeninas acompañan su vaivén con luces y sombras proyectadas en fluidas chaquetas; sugerentes vestidos con escotes de vértigo que encuentran en la espalda su verdadero punto de seducción y atrevimiento; elegantes caftanes y sofisticados bodis que dan forma a un universo femenino lleno de sofisticación y elegancia. Plumas, redecillas y lentejuelas envuelven curvas sinuosas con nombre de mujer.