Leonard Paris y su viaje más creativo
¿Quién no ha soñado alguna vez con escaparse a lugares paradisíacos sin mirar atrás? Leonard Paris nos invita a comenzar nuestro viaje más especial y sensual.
¡El viaje está a punto de comenzar! ¡Pasajeros a sus puestos! Leonard Paris nos invita a embarcar en una creativa y divertida aventura a la que no solo ha dado forma, sino también ha teñido de los colores más divertidos y llamativos. Tonalidades que poco o nada tienen que ver con la oscuridad de los días de invierno y que llegan dispuestos a sacarnos del letargo más profundo en el que caeremos durante los próximos meses.
¿Quién no ha pensado en alguna ocasión en escapar hacia un rincón paradisíaco donde poder disfrutar y vivir alejado del mundanal ruido? ¿Quién no ha querido hacer la maleta para escapar de la rutina, tomar aire y volver dispuesto a mirar al futuro de frente, sin miedo ni vacilaciones? Pues eso es justamente lo que nos propone Leonard Paris a través de todas y cada una de las piezas que dan forma a la colección con la que nos invita a llenar nuestros armarios la próxima temporada otoño-invierno.
La maison busca, a través de las manos de Christina Phung —actual directora creativa de la marca—, ser capaz de sorprendernos y hacernos viajar a lugares desconocidos en los que dejarnos llevar por sensaciones que nos permitan ser libres y caminar alejados de ataduras que, en definitiva, nos impidan mostrarnos tal y como somos. Por eso, Leonard Paris apuesta por combinaciones relajadas y refinadas con las que el cuerpo femenino se deja envolver y trasladar a esos rincones de la propia mente en los que jugamos a ser quienes no somos, ansiando convertirnos en quienes, posiblemente, nunca seremos.
Virtuoso indiscutible del savoir faire más puro de la alta costura, Leonard Paris dibuja a una mujer elegante y sofisticada que no está dispuesta a renunciar a las combinaciones más divertidas y coloristas únicamente por la llegada del hastío invernal. Así, la mujer se lanza decidida a disfrutar del viaje propuesto por la casa de alta costura a través de piezas impregnadas en colores que van desde el azul, el naranja, el morado o el rojo y que llegan dispuestos a crear una paleta de color dispuesta a irrumpir en nuestras vidas como un soplo de aire fresco y vivo.
Siluetas envolventes con las que Leonard Paris sabe jugar a la perfección y a las que busca hacer vibrar a través de superposiciones perfectamente equilibradas en las que no solo se palpa la elegancia sino que se convierten justamente en esa clara diferenciación con la que la mujer Leonard logra convertirse en una mujer en la que distinción y sofisticación caminan de la mano.
Faldas plisadas de largo infinito; kimonos y vestidos ceñidos al talle; pantalones de dulce y delicada caída que, quizás sin pretenderlo ni saberlo, buscan convertirse en el centro de esas veladas en las que la mujer deja entrever su saber estar más exclusivo.
Azules, naranjas, rojos y morados se emparejan y desparejan a la perfección con blancos, negros, rosados y beis; tonalidades que tiñen el satén, el neopreno o la gasa y que guardan un equilibrio más que perfecto y con las que la mujer soñada por Leonard Paris para el próximo otoño-invierno se llena de aire fresco, que no gélido, con el que poder impulsarse a esos lugares recónditos en los que poder ser y sentirse en plena libertad. Una mujer esculpida a mano que busca volar libre donde su mente la lleve.