Azzaro y su evocación del glam más puro de los sesenta
Glamurosa y sofisticada a la vez, la maison Azzaro recupera para el próximo otoño-invierno ese glamur y sofisticación tan propios de sus orígenes.
Si hay alguien que sabe como nadie envolver a la mujer en la más absoluta feminidad, ese es Azzaro. Y es que la firma apuesta por la mujer más exótica, recuperando el espíritu cóctel que le vio nacer. Para conseguirlo, Azzaro opta por el contraste de materiales, volúmenes y formas y texturas, en las que Maxime Simoëns combina a la perfección la simplicidad con ornamentos lujosos y sublimes.
Para la próxima temporada, Azzaro dibuja a una mujer que cae rendida ante elegantes bordados, plisados glam, transparencias y lúrex cargados de sensualidad, sin olvidar su lado más cosmopolita y urbano de la mano de vestidos de tarde en muselina transparente, trajes en satén de seda y atrevidos estampados realizados a base de flecos bordados y lentejuelas colocadas estratégicamente para deslumbrar. Creaciones tropicales multicolor que dan forma a siluetas de lo más chic gracias a la pedrería y los brillos, que convierten los outfits en imprescindibles de los escenarios más cotidianos.
Azzaro apuesta así por un cuerpo de mujer envuelto en toques sixties a través de vestidos con sugerente caída, bléiseres en versión mini y anchos cinturones que esculpen curvas femeninas con escotes en uve como la nota más sensual.
Combinaciones con un marcado aire sesentero creadas a partir de chaquetas maxi y pantalones anchos, que se alternan en el armario con looks más sport en los que las cazadoras estilo «bomber» se convierten en protagonistas indiscutibles de las veladas más glamurosas y naturales.