Cuando la sensualidad fluye a raudales, la mujer de Stéphane Rolland se convierte en musa indiscutible de las veladas más elegantes.
Si hay alguien que sabe envolver a la mujer en una sensualidad más que sofisticada y elegante, ese es Stéphane Rolland. Para conseguirlo, el diseñador de moda francés busca que las curvas del universo femenino se envuelvan con los cortes más delicados y sugerentes y dejen entrever la belleza que esconden.
De forma suave y delicada, Rolland viste a una mujer soñadora, que anhela un mundo lleno de distinción y, en ocasiones, por qué no, también de misterio.
Stéphane Rolland ansía que, en la próxima temporada primavera-verano 2019, la mujer busque sus diseños para convertirse en protagonista indiscutible de las noches más sugerentes y mágicas. Una mujer atrevida que encuentra en looks exquisitos, salpicados de sugerentes transparencias, la mejor de las herramientas para conseguir atraer todas las miradas. Unas miradas que escudriñarán meticulosamente cada rincón, cada poro de su piel. Una piel que consigue erizarse al contacto de delicadas piezas de cortes perfectos, propias de un maestro incansable de la moda como es Stéphane Rolland.
Formas perfectas son las que dibuja Stéphane Rolland; combinaciones cuidadosamente creadas que buscan triunfar con un homenaje claro a los cortes más setenteros y una paleta de colores en la que las tonalidades neutras y el nude se convierten en protagonistas indiscutibles de las fiestas más exclusivas. Una fiesta en la que también se hacen presentes el negro, el tabaco, el gris, el blanco, el amarillo y, en contraposición a la calma que transmiten estas tonalidades, un amarillo y un naranja lleno de vida, que aparece como guiño indiscutible a esas cálidas tardes de un verano nacido para disfrutar, sonreír y, en definitiva, vivir.
Stéphane Rolland siempre ha apostado por una mujer elegante. Para ella ha presentado una colección en la que, una vez más, vuelve a demostrar que maneja a las mil maravillas el patronaje y los volúmenes, dando lugar a un claro ejemplo de arquitectura esculpida en los más nobles y ricos materiales. La organza, el satén, el tul, la napa, el punto o la piel de zorro se combinan de una manera tan increíble que el resultado parece, en ocasiones, irreal —como si de otra dimensión se tratase.
Diseños sofisticados y llenos de volumen, mucho volumen, que encuentran en pantalones holgados, vestidos repletos de las piedras más nobles, tops transparentes y faldas midi con aperturas sin final la mejor de las excusas para convertir la calle en un auténtico espectáculo de delicadeza y elegancia. Y en medio de esta vorágine de formas y combinaciones, las flores, las incrustaciones en piedras y los bordados salpican de elegancia el cuerpo de una mujer nacida para seducir y triunfar. Prendas que se deslizan suavemente sobre la piel de una mujer joven y arriesgada que juega dejando entrever con sutileza sus secretos más escondidos y privados.
Stéphane Rolland busca crear movimiento; ansía que la mujer se envuelva en las formas más sutiles y en las texturas más delicadas con las que poder convertirse en una auténtica musa de la elegancia desmedida del siglo XXI. Las tardes de la primavera más cálida y del verano más divertido encontrarán en los diseños de Rolland la mejor de las alternativas para dejarse seducir y enamorar por una mujer sexy que esconde en su fragilidad la más absoluta de las fortalezas y riquezas.