Costa Rica
El edén en estado puro
El territorio de Costa Rica es tan pequeño que, a pesar comprender únicamente el 0,03 % de la superficie del planeta, se ubica entre los veinte países más ricos en biodiversidad de la Tierra en densidad de especies.
Además de las joyas más conocidas, como Tortuguero, Manuel Antonio o La Fortuna, el visitante no debe pasar por alto otros rincones fascinantes repletos de riquezas únicas.
Siete joyas en Costa Rica
El Bosque Nuboso de Monteverde
El Bosque Nuboso de Monteverde es una de las joyas naturales de Costa Rica, ya que se trata de uno de los pocos parches de este tipo de bosque que todavía existen en el mundo y también uno de los más conocidos a nivel internacional por las investigaciones científicas producidas en el área. Está ubicado en la Sierra de Tilarán y es hogar del 2,5 % de la biodiversidad del mundo y aproximadamente el 10 % de su flora es endémica.
La cordillera de Talamanca y la reserva indígena Bri
La cordillera de Talamanca se ubica al sur de Costa Rica y es un sitio mágico que aún guarda su virtud original. Colinda con el Parque Nacional La Amistad, uno de los pocos parques del mundo compartido por dos naciones, en este caso por Costa Rica y Panamá. En su densa vegetación todavía se esconden los secretos de grupos indígenas que mantienen su cultura y costumbres. El grupo indígena más grande del área es el Bri, dividido en varios clanes a lo largo de las diferentes reservas indígenas del área.
Playa Samara
Playa Samara es una bahía de aproximadamente cuatro kilómetros de longitud, con arena clara, oleaje suave y un área de manglares. Se la reconoce por ser una de las playas más seguras y bellas de Costa Rica. En su horizonte se encuentra la isla Chora, justo en frente de la Punta Indio, desde donde puede contemplarse un área de arrecifes coralinos. La vegetación del área es de litoral, así que se pueden apreciar árboles como el manzanillo, el cocotero, y plantas rastreras como el frijol de playa.
Valle de Orosi
El Valle de Orosi, ubicado en la provincia de Cartago, es un valle de exuberante belleza natural, surcado por ríos y aguas termales. En el centro del pueblo de Orosi se encuentra el museo iglesia colonial, construido en 1743 por misioneros franciscanos y que constituye una de las pocas construcciones coloniales en Costa Rica que se conservan en buen estado, declarada Monumento Nacional en 1985. El área es también una de las más lluviosas del país y su riqueza hídrica está protegida por el Parque Nacional Tapanti.
Catarata de Bajos del Toro Amarillo
La zona de Bajos del Toro, ubicada a 1442 metros sobre el nivel del mar, esconde tesoros naturales, entre los cuales se pueden mencionar la catarata Toro Amarillo y la catarata Río Agrio. La más grande de todas es la Toro Amarillo, con noventa metros de altura y formada a partir de tres ríos: el Toro Amarillo, el Desagüe y el Agrio –llamado así por su sabor a limón–, todos con aguas con alto contenido en minerales. Su paisaje es particular ya que dispone de una mezcla única compuesta por ríos, caídas de agua, proyectos hidroeléctricos, reservas naturales y paisajes agrícolas.
Río Savegre
El Río Savegre nace en el Cerro de la Muerte y desciende varios kilómetros hasta desembocar en el Pacífico. Se ha situado como el río más limpio de Costa Rica y algunos se aventuran a decir que es el más limpio de Centroamérica, ya que solo son mil las personas que viven en las riberas de río y no hay desarrollos industriales en los alrededores que puedan contaminarlo. Los habitantes de la parte alta del río, en San Gerardo de Dota, se han preocupado por mantenerlo limpio y proteger los bosques que lo circundan. El río pasa por varios parques nacionales y reservas naturales, por lo que es el hogar de ciertos animales como los tapires, jaguares y muchas especies de aves entre las que se incluye el quetzal.
Reserva Biológica Isla del Caño y Museo de las Esferas
La isla del Caño es sin duda una de las islas más bellas de Costa Rica, ubicada aproximadamente a veinte kilómetros al oeste de la Península de Osa, justo al noreste del Parque Nacional de Corcovado. Además de sus playas de arenas blancas y las cinco plataformas de arrecifes coralinos vivos, la isla del Caño constituye uno de los lugares arqueológicos más importantes del país.