Déjate envolver por un océano de elegancia y sofisticación donde convertirte en una seductora sirena.
Zuhair Murad no ha defraudado: lo ha vuelto a hacer, de manera más magistral —si cabe— a la que nos tiene acostumbrados.
Una vez más, no quiere dejar a nadie indiferente y vuelve a hacer uso de su romanticismo y sensualidad más puros convirtiendo a la mujer en epicentro de todas las miradas durante la próxima temporada de primavera-verano. Para conseguirlo, el diseñador libanés ha dado forma a un océano más que particular donde las curvas femeninas nadan por doquier, situándolas en las dueñas indiscutibles de las veladas más arrebatadoras y sensuales.
La mujer soñada por Zuhair Murad para los próximos meses estivales encuentra en el fondo del mar ese hábitat perfecto en el que sentirse cómoda y navegar cual ninfa envuelta en la feminidad más espectacular y desbordante. Una mujer sumamente erótica, excesiva y recargada que no quiere pasar desapercibida y que, como si de una mítica sirena se tratase, emplea todas sus armas para atraer hacía sí a los marineros más inocentes.
Zuhair Murad quiere y busca resaltar la feminidad de la mujer. Una feminidad que se envuelve en diseños plagados de lentejuelas que emulan el fondo del mar y que no dejan indiferente a nadie, ni siquiera a quienes los llevan.
El virtuoso de la aguja libanés envuelve las curvas femeninas en brocados que emulan las olas o los corales ubicados en el fondo del mar y que buscan vestir las noches más sensuales y sofisticadas de los meses más soleados del año. Minifaldas, vestidos de largos asimétricos y vertiginosas aberturas —que poco o nada dejan a la imaginación— convertirán las piernas femeninas en las auténticas protagonistas de las veladas más románticas.
Y es que las sirenas de Zuhair Murad encuentran en el lamé, los drapeados, las gasas y los volúmenes las mejores alternativas para destacar por encima de todo y acaparar unas miradas para las que son auténticas diosas de un mar revuelto que busca la calma en los patrones seductores del maestro Murad.
Diseños cuajados de mil y un detalles, repletos de elementos embargados por la sofisticación, que los hacen convertirse en auténticas piezas de museo en las que la pedrería y los sugerentes escotes convierten las propuestas de uno de los diseñadores habituales de las alfombras rojas en diseños capaces de envolver a la mujer en la sensualidad más desmedida.
Zuhair Murad, uno de los diseñadores más esperados en las semanas de la moda por la espectacularidad de sus diseños de alta costura, apuesta por una recreación más que exhaustiva del mundo acuático. Así, propone a la mujer apostar por una paleta de color en la que los azules se alzan como protagonistas indiscutibles.
Combinaciones en tonalidades llenas de frescor que van desde el cian más potente y arrebatador al turquesa más refrescante y veraniego, que caminan de la mano de piezas teñidas de naranjas, blancos y plateados, llamadas a terminar de componer un auténtico puzzle de ensueño, glamur y elegancia.
En esta ocasión, Murad apuesta por brillo —para muchos, algo excesivo en determinadas ocasiones— y no renuncia, o al menos parece no querer hacerlo, a algún que otro detalle propio de la añorada década de los ochenta y que tanto ha servido de inspiración al diseñador para dar forma a su colección más acuática, veraniega y lujosa.