Los códigos de estilo de Alexandre Vauthier
Distintas caras de una misma mujer se dan cita en la colección que Alexandre Vauthier ha tejido con sumo cuidado para hacer que en los próximos meses el universo femenino brille por sí solo.
El trabajo, una cena con amigas, una tarde de compras, una velada romántica… ¿Para cuántos momentos debe prepararse una mujer? ¿Para cuántos instantes debe lucir elegante sin perder ni un ápice de sensualidad y frescura?
Pues para todos ellos ha creado Vauthier una pieza, un diseño único e irrepetible con el que convertirse en la reina de cualquier velada.
Para Alexandre Vauthier, ha llegado el momento de sacar a pasear el lado más sexy y demostrar al mundo que cualquier instante puede convertirse en un momento inolvidable para el que, después de todo lo vivido en los últimos años, debemos estar perfectamente preparados.
Y para conseguirlo, para exprimir cada minuto, cada segundo, como si del último se tratase, el diseñador de moda parisino, que nunca quiso verdaderamente ser diseñador, llena los armarios de piezas en las que combina a la perfección distintos estilos sin caer, en ningún momento, en algo absurdo, desmedido o inapropiado.
Apelando al estilo al que nos tiene acostumbrados, Alexandre Vauthier ha creado patrones que reivindican, como siempre lo hace, el glamur, lo sofisticado y lo sexy, creando un estilo propio que lo ha catapultado hasta el lugar que ocupa en estos momentos en el mundo de la alta costura.
Así, y en su búsqueda de la elegancia más absoluta, combina a las mil maravillas patrones y texturas con el objetivo de llenar la próxima temporada de modelos realmente sorprendentes a la par que novedosos.
Gasas, tules, terciopelos y lentejuelas se alternan creando piezas únicas e indescriptibles.
Sugerentes vestidos que, en ocasiones, poco o nada dejan a la imaginación; trajes con aires masculinos con un toque oversize con el que convertirse en auténtica tendencia; vaporosos vestidos que llegan para convertirse en epicentros de las miradas más curiosas y atrevidas.
Y en esta vorágine de cortes y propuestas, plumas y brocados que, en un alarde de seguir sorprendiendo, salpican piezas de ensueño.
A pesar de su discreción innata, estas prendas conseguirán, sin duda alguna, hacer que Alexandre Vauthier tenga un espacio de excepción en el armario de las amantes más exigentes de la alta costura.