Puntillismo, el movimiento artístico contra el Impresionismo
Este movimiento artístico se basa en una técnica de pintura desarrollada por los artistas franceses Seurat y Signac, donde se aplican pequeños puntos distintos de colores sin mezclar, en patrones que forman una imagen.
El Puntillismo fue una nueva y revolucionaria forma de pintar de la que fueron pioneros Georges Seurat y Paul Signac en París hacia 1880.
Fue una reacción contra el movimiento predominante del Impresionismo, basado en las respuestas subjetivas de los artistas. El Puntillismo, por el contrario, exigía un enfoque mucho más científico. Se les considera Postimpresionistas.
Junto con Seurat y Signac, los miembros principales del grupo incluían a sus compatriotas franceses, Camille Pissarro, Edmond Cross, Henry Martin y Maximilien Luce.
Puntos de color puro
El Puntillismo consiste en la aplicación de pintura con puntos de color puro y sin mezclar, cuidadosamente colocados.
Estos son combinados por el ojo del espectador para crear una imagen más llamativa que cualquiera creada después de mezclar colores de manera convencional en una paleta.
Georges Seurat es uno de los iconos de la pintura de finales del siglo XIX. Ideó la técnica pictórica conocida como Cromoluminarismo y utilizó crayón conté para dibujos sobre papel.
Desarrolló un estilo de pintura que llegó a denominarse Divisionismo o Puntillismo.
En lugar de mezclar colores en su paleta, aplicaba pequeños puntos de pintura pura sobre el lienzo. Estos parecían mezclarse cuando se veían desde lejos, produciendo efectos de color luminosos y relucientes mediante la «mezcla óptica».
El arte es armonía, analogía del contrario y elementos similares: tono, color y línea. En tono, más oscuro contra más oscuro. En color, los complementarios: rojo-verde, naranja-azul, amarillo-violeta.
Seurat creó dos de las obras maestras del movimiento: “Domingo en la isla Grande Jatte”, 1886 (Art Institute, Chicago) y “Baño en Asnières”, 1884 (Galería Nacional, Londres).
Su personalidad artística combinaba cualidades habitualmente opuestas: por un lado, extrema y delicada sensibilidad. Por otro, pasión por la abstracción lógica y precisión mental matemática.
Tras ser rechazado por la Academia de París, se unió a otros artistas para fundar el Salon des Indépendants, presentando exposiciones más progresista.
El y sus colegas continuaron la obra de los impresionistas, con sus experimentos con la técnica y su interés por los temas cotidianos. Se inspiraban en calles de la ciudad, cabarets, parques y paisajes.
Su vida se vio truncada por la difteria con sólo 31 años. Tras la muerte de Seurat, en 1891, Paul Signac asumió el cargo de líder del movimiento.
Ciencia del ojo
Un personaje clave para el Puntillismo fue el químico francés Michel Eugène Chevreul, autor del libro “Principios de armonía y contraste de colores”.
Trabajaba en una fábrica de tapices y deseaba mejorar la fuerza cromática. Así descubrió que el problema no eran los tintes utilizados sino la forma en que se combinaban los tonos.
El impacto visual de un tapiz era en realidad una cuestión de óptica, no de química. Dependía de la yuxtaposición de colores complementarios, que realzaban sus intensidades, como el azul y el naranja.
Seurat y los puntillistas se basaron en sus descubrimientos, aplicando a las pinturas lo que el químico había encontrado en los hilos.
Pintar por puntos
El nombre del movimiento deriva de un artículo sobre la obra de Seurat realizada por el crítico de arte Félix Fénéon, quien utilizó la expresión ”peinture au point” (pintar por puntos). Seurat prefirió llamarle Divisionismo o Cromoluminarismo, pero el término que perduró con el tiempo fue Puntillismo.
Uno de los grandes defensores del movimiento, fue inmortalizado en un célebre lienzo de Signac: Retrato de Félix Fénéon, 1890 (Museo de Arte Moderno, Nueva York).
Paul Signac profesaba admiración por el Naturalismo, particularmente en literatura. Idolatraba al escritor Émile Zola y lo reflejó en su arte.
Su énfasis en la mecánica de la óptica y el estudio de la teoría del color lo sitúa en una generación de artistas que encontraron caminos para la innovación creando una especie de enfoque científico de la estética.
Una técnica meticulosa
El Puntillismo se considera un movimiento Postimpresionista o Neoimpresionista. Surgió del Impresionismo y lo superó. Obras como la obra maestra de Seurat, «Grande Jatte«, incluso se exhibieron en la última Exposición Impresionista de París (1886).
Al igual que los miembros de ese movimiento anterior, los puntillistas deseaban representar fenómenos ópticos. Sin embargo, renunciaron a pinceladas fluidas y espontáneas por una técnica mesurada y meticulosa.
Van Gogh y el Puntillismo
Vincent van Gogh, que conoció a Seurat y Signac durante la época cuando residió en París, tuvo una breve asociación con su estilo. Algunas de las pinturas de su época parisina, muestran indicios de esta influencia, como su Autorretrato de 1887.
Tras una visita al estudio de Seurat, Van Gogh experimentó una “revelación del color”. Sin embargo, es comprensible que Vincent era un espíritu demasiado inquieto para perseverar en un estilo tan técnico como el Puntillismo.
Otro artista famoso que abrazó brevemente este estilo fue Camille Pissarro. Dando la espalda al Impresionismo, estilo con el que se había hecho famoso, un crítico parisino lo aclamó como «un maestro que se adapta continua y valientemente a las nuevas teorías«.
La música de los puntos
Ocasionalmente se utilizaron metáforas musicales para ayudar a describir el Puntillismo, más concretamente como una serie de puntos de colores en una especie de armonía.
Signac comparó el proceso de elección de sus colores con el de un compositor que considera cada instrumento mientras crea una sinfonía.
Del Puntillismo al Fauvismo
Con sus estridentes combinaciones de colores, el Puntillismo tuvo una clara influencia en el Fauvismo, entre otros movimientos. “Luxe, Calme et Volupté”, 1904 de Henri Matisse (Musée d’Orsay) es una importante obra de transición entre ambos movimientos.
Otros artistas conocidos que realizaron brevemente obras en estilo puntillista fueron Van Gogh, Delaunay, Vuillard, Klee, Kandinsky, Mondrian, Picasso…
Más allá del mundo del arte, el cuadro de Seurat “La Grande Jatte” inspiró el musical de teatro de Stephen Sondheim, “Domingo en el parque con George”, 1984.
En 2016 el Museo Albertina de Viena presentó la exposición “Puntillismo: Seurat, Signac y Van Gogh”.