Georgia O’Keeffe, de Manhatan al desierto
Sus flores hipnotizan con sus sinuosas curvas y suaves pliegues. Experiencias de una larga vida moldearon su arte.
Georgia O’Keeffe nació en una granja de Wisconsin (1887) y murió a los 98 años en Nuevo México (1986). Estudió en el Chicago Art Institute y en Art Students League, Nueva York.
Se convirtió en la musa del fotógrafo Alfred Stieglitz, posando para él vestida y desnuda, en más de 300 fotografías. Casados durante tres décadas, ejercieron mutuamente una influencia artística decisiva. El la promovió en su galería neoyorquina y con sus amigos artistas.
Stieglitz fue la primera persona en aplicar lecturas freudianas a sus pinturas. Irónicamente, aunque él propuso la idea de que las flores eran imágenes erotizadas, Georgia lo negó rotundamente:
«Cuando la gente lee símbolos eróticos en mis flores, realmente piensa en sus propios asuntos».
Le irritaba tremendamente que interpretaran su obra como insinuación a la sexualidad femenina.
Tras divorciarse, Georgia se mudó a Nuevo México. Dejando atrás los altos rascacielos, se sintió abrazada por grandes cielos abiertos, descubriendo infinitos temas nuevos para sus pinturas.
Compró “Rancho Fantasma” y se familiarizó con los indios Navajo. Sin embargo, también tuvo una constante fascinación por la fotografía modernista, buscando la abstracción en el mundo físico.
Georgia O’Keeffe. Madre del Modernismo Americano. Pionera del feminismo
Fue galardonada con la Medalla de la Libertad (1977) y la Medalla Nacional de las Artes (1985).
Georgia O’Keeffe es considerada una de las figuras fundadoras del Arte Moderno Americano y una feminista pionera.
Su arte es atemporal pues siempre estará viva a través de las frescas imágenes de gigantes flores llamativas observadas con una lupa imaginaria.
Exposiciones
- Museum of Modern Art, Nueva York, 1946
- Tate Modern, Londres, 2016
- Kunstforum, Viena, Dic. 2016 – Marzo 2017
- Brooklyn Museum, marzo de 2017 – julio de 2017