Monet en Madrid
Una extraordinaria exposición de Monet reúne 50 obras maestras del Musée Marmottan de Paris, ahora en CentroCentro de Madrid. La mayor exposición nunca vista en España, del genial impresionista.
«El color es mi obsesión diaria, mi alegría y mi tormento.»
Claude Monet nació en 1840 en Paris, de un matrimonio poco convencional para la época: Claude y Louise, un empresario y una cantante.
En 1845, su familia se trasladó a Le Havre (Normandía), donde cursó estudios de dibujo y pintó marinas con Eugène Louis Boudin. Con quince años, ya gozaba de reputación como caricaturista ganando su primer dinero.
Siendo adolescente, vió morir a su madre. Con 19 años participó en la Exposition Municipale du Havre, con su cuadro Vue prise à Rouelles (1858).
Un año después, viajó a Paris para estudiar arte, apoyado por su padre y su tía Jeanne-Marie, que le recomendó al pintor Armand Gautier. Asistió a la Académie Suisse, donde dispuso de modelos para dibujar la anatomía humana.
Su aprendizaje fue interrumpido por el servicio militar que le obligó a alistarse en la guerra de Argelia. Al año, cayó enfermo y fue repatriado a Francia para una convalecencia de seis meses. Su tía pagó para evitarle cinco años mas de milicia.
Ingresó en el estudio del artista suizo Charles Gleyre. Allí se unió a otros jóvenes pintores como Auguste Renoir, Alfred Sisley y Frédéric Bazille.
En 1867, con su novia Camille tuvo su primer hijo, Jean, por lo que fueron repudiados. Se trasladaron a vivir a Fécamp. Su situación familiar era extremadamente difícil por falta de medios. Tras un fallido intento de suicidio, Monet recibió ayuda económica de su tía.
Por fin, Monet se casó con Camille en 1870 y se trasladaron a Trouville (Normandía), donde fueron sorprendidos por la Guerra franco-prusiana. De ideas republicanas, Monet no deseaba luchar por su patria y huyó a Londres. Allí se enteró de la muerte de su tía mecenas.
Se hizo amigo de Camille Pissarro, Sisley y Daubigny. Gracias a ellos, Monet conoció al marchante de arte Durand-Ruel, un encuentro que cambiaria su destino. El prestigioso galerista le lanzó a la fama en Paris y Londres. Fue condecorado con la medalla de plata de la Exposition Maritime Internationale du Havre.
Tras la muerte de su padre, Monet cambió Londres por Holanda. Fascinado por sus paisajes, se instaló en Zaandam, cerca de Amsterdam, hasta el fin de la guerra.
Regresó a Paris donde pintó paisajes al aire libre y escenas de sociedad, con cierto éxito. Según su estilo evolucionaba, iba transgrediendo los convencionalismos en beneficio de una expresión artística más personal.
Tras ser rechazados en el Salón de Paris, Monet y sus amigos, organizaron sus propias exposiciones que titularon Los Independientes. Un crítico de arte, escribió burlonamente otra etiqueta, “impresionistas”, por el aspecto inacabado de sus obras y por el título “Impresión: sol naciente”, 1872.
Monet deseaba captar variaciones del color con sus series sobre un mismo tema, a distintas horas del día o en estaciones diferentes. Paulatinamente fue acentuando los efectos luminosos hasta llegar a difuminar las formas e incluso a fundirlas.
En Paris, nació su segundo hijo, Michel, lo que quebrantó definitivamente la frágil salud de su mujer. La muerte de Camille en 1879, le dejó desesperado, sin saber cómo organizar su vida.
Llevaba tiempo enamorado en secreto de Alice, casada con el marchante de arte y coleccionista Ernest Hoschedé. Tenían 6 hijos y se sospecha que el último era hijo de Monet.
Se habían conocido cuando Ernest le encargó unas pinturas para su castillo Château de Rottembourg. Al año, Ernest se arruinó y fue vivir con su familia a la casa de Monet. Tuvieron una estrecha y complicada relación.
Alice supervisó la educación de sus seis hijos y los dos de Monet. Al morir Ernest, Monet se casó con su viuda. Un hijo del pintor, Jean Monet, se casaría con Blanche Oschedé, hija de Alice con su primer marido.
Algunas de sus obras maestras se han convertido en iconos de la historia del arte: Impresión atardecer, Regatas en Argentuil, Amapolas, Paseo con sombrilla, La estación San Lázaro, Catedral de Rouen…
En 1890 adquirió una propiedad en Giverny, cerca de Paris, donde pasó los años mas felices de su vida. El artista era amante de las plantas y disfrutaba con la jardinería.
Monet creó un bellísimo estanque donde plantó nenúfares, atravesado por un puente japonés colgante y rodeado de sauces llorones y matas de bambú. Diseñó y construyó el jardín de sus sueños, hoy abierto al público con un museo en su honor.
Durante 30 años (1890-1926) pintó el estanque de su jardín en mas de 200 cuadros. Era un maestro en la observación meticulosa y los juegos de luces y sombras.
«Un instante, un aspecto de la naturaleza, lo contiene todo»
Sus Nenúfares o Nymphéas destacan por la minuciosa atención al detalle, las luces brillantes y las sombras. Era su manera de capturar las delicadas flores en diferentes momentos del día. Sus nenúfares se convirtieron en su inspiración más famosa y posiblemente la razón de su enorme éxito.
El pintor, muy longevo, alcanzó gran reconocimiento de la crítica y una excelente posición económica.
Desde los 72 años, padeció de cataratas y fue perdiendo vista. Con fuerza de voluntad insuperable, continuó pintando hasta contraer cáncer de pulmón. Murió con 86 años, en Giverny (1926).
Ironías trágicas de la vida: Beethoven se quedó sordo con 30 años y siguió componiendo. Monet, ya medio ciego, también siguió pintando hasta su último suspiro.
Su Impresionismo se convirtió en casi Expresionismo. Nadie entendió entonces su valor… quizás ni su propio creador. El mismo Monet destruía sus cuadros pisoteándolos o quemándolos en una hoguera. Otros fueron dañados en el incendio que sufrió el MOMA en 1958.
«Todos discuten mi arte y fingen entender, como si fuera necesario comprender, cuando simplemente es necesario amar»
Su máxima preocupación era plasmar en sus lienzos, la vibración cromática y lumínica. Para Monet, la luz engendra el color y la forma. Sus temas preferidos fueron los paisajes y sobretodo marinas, escenas de ríos y estanques. Lo que mas le fascinó fueron los reflejos en el agua.
Sus estudios pictóricos de plantas acuáticas son la apoteosis de su carrera. Prescindió de cualquier perspectiva, eliminando el horizonte para dejar al espectador sumergido en el espejo del agua.
Sus últimas obras son las mas valoradas por su innovación en el campo del arte. En 2014, una se subastó por 40 millones de euros. Algunos de sus Nenúfares están expuestos en Musée Orangerie, Paris, Art Institute de Chicago y MOMA de Nueva York.
Monet es considerado uno de los pilares del Impresionismo. Nunca derivó hacia otras corrientes artísticas y guardó fidelidad toda su vida a este estilo pictórico. Incluso, el nombre del grupo deriva del título de su pintura: Impresión, sol naciente.
El desarrollo del Impresionismo en el arte fue pronto seguido en otros medios. Así nacieron la Música y Literatura Impresionistas.
Prescindió de la línea y del volumen para centrarse en la apariencia de las cosas, su color y la luz. Con su pintura sensitiva, imprecisa y luminosa, Monet es, sin duda, el alma del Impresionismo.
La última muestra del artista en Madrid fue Monet y Abstracción en Museo Thyssen (2010). La actual, está organizada en colaboración entre el Ayuntamiento de Madrid, Arthemisia y el Museo Marmottan de Paris.
Monet, CentroCentro, Madrid (Sep. 2023-Feb. 2024)