Pretende ser un nuevo punto de referencia en la ciudad inglesa de Oxford, porque, según el director del Middle East’s Centre, el Investcorp Building de Zaha Hadid es consecuencia de su tiempo, un edificio que refleja las inquietudes y logros del siglo XXI.
No exento de polémica, la ondulante estructura se asienta finalmente conectando dos edificios testimonio de la arquitectura tradicional victoriana y de estilo neotudor.
La superficie refleja directamente el mundo al que pertenece: el tiempo, las nubes, la luz, el movimiento son registrados como una pantalla de autoconsciencia, un «aquí está el futuro», y, en cierta medida, ahí estuvo siempre pues, como entidad, el Middle East’s Centre fundado en 1957 fomenta desde entonces la integración y la investigación del Medio Oriente en este centro universitario británico.
En el interior de esta nueva estructura de láminas de acero inoxidable, perforada por claraboyas, convergen una sala de lectura, un archivo, un auditorio y una galería; el baño de luz natural optimiza un cuidadoso sistema de climatización y cada unidad espacial está diseñada y adaptada según su función específica, como en la adaptación acústica o en la conservación de archivos en papel.
El blanco domina los paramentos y entre las terminaciones destacan materiales como la chapa de roble, el hormigón y el microterrazo en contraste con las superficies pulidas del exterior, en comunión con las líneas infinitas, curvas, fluidas, sin obstáculos tan características de Zaha Hadid.