La intención del Art Deco era devolver a las artes decorativas el lugar importante que ocuparon en el pasado. En cada diseño, los ricos elementos decorativos transmitían una lujosa modernidad.
El estilo Art Deco se manifestó en el espectro de todas las artes visuales: desde arquitectura, pintura y escultura hasta artes gráficas y decorativas. Los artistas Art Deco rendían homenaje a influencias modernistas de otros estilos artísticos, como el Cubismo, Neoplasticismo y Futurismo. Estaban llevando los resultados finales de décadas de destilando composiciones a las formas más básicas. Inventaron un nuevo estilo visualmente agradable pero sin ser intelectualmente amenazador. El estilo Art Deco nació en Paris. Las obras eran simétricas, geométricas, estilizadas, a menudo simples y agradables a la vista.
Este estilo contrastaba con el arte de vanguardia de la época. Desafió a los espectadores de a pié a encontrar significado y belleza en lo que a menudo eran imágenes y formas anti tradicionales.
Art Deco, similar al Art Nouveau, es un movimiento que intenta infundir toques artísticos a los objetos funcionales. Es diferente de las bellas artes (pintura y escultura), donde el objeto de arte no tiene ningún propósito o uso práctico más allá de proporcionar una visualización interesante.
Con la llegada de la fabricación a gran escala, artistas y diseñadores desearon mejorar la apariencia de los objetos funcionales producidos en masa: desde relojes y ceniceros hasta automóviles y edificios. La búsqueda de la belleza en todos los aspectos de la vida por parte del Art Déco reflejaba directamente la relativa novedad y el uso masivo de la tecnología de la era de las máquinas en lugar de los métodos tradicionales de artesanía para producir muchos objetos. La escuela alemana Bauhaus también estaba interesada en la producción industrial, pero en cierto sentido es el polo opuesto, ya que se abstuvo de adornos artísticos y optó por formas geométricas limpias y simples.
El espíritu del Art Deco difería del Art Nouveau y del estilo británicos Arts & Crafts, que enfatizaban la singularidad y originalidad de los objetos hechos a mano, creando formas orgánicas y estilizadas.
Esa calidad artesanal era emblemática de una especie de elitismo en oposición al objetivo más igualitario del Art Deco: hacer objetos estéticamente atractivos, hechos a máquina, que estuvieran disponibles para todos.
Streamline Moderne, el estilo Art Deco americano era una versión simplificada y elegante del Art Deco europeo más elaborado y, a menudo, personalizado. En muchos sentidos, los estadounidenses crecieron y evolucionaron hasta tener muchos más seguidores en Estados Unidos que en Europa.
A finales del siglo XIX en Francia, muchos artistas, arquitectos y diseñadores notables que habían desempeñado papeles importantes en la creación del estilo Art Nouveau reconocieron que se estaba volviendo cada vez más pasado de moda. Al final de una era que vio afianzarse la Revolución Industrial, la vida contemporánea se volvió muy diferente a la de unas décadas antes. Era hora de algo nuevo, algo que gritara el siglo XX desde tejados modernistas y de buen gusto.
Sociedad de Artistas Decorativos
A partir de este deseo de avanzar hacia el nuevo siglo siguiendo el ritmo de la innovación en lugar de dejarse frenar por la nostalgia, un grupo de artistas innovadores franceses creó la Societé des Artistes Décorateurs en Paris. El grupo estaba compuesto por conocidas figuras del Art Nouveau, como Eugene Grasset, diseñador y grabador, y Héctor Guimard, arquitecto, además de artistas decorativos y diseñadores emergentes como Pierre Chareau y Francis Jourdain. El Estado francés apoyó y fomentó esta dirección de la actividad artística.
Uno de los principales objetivos del nuevo grupo era desafiar la estructura jerárquica de las artes visuales que relegaba a los artistas decorativos a un estatus menor que la pintura y la escultura más clásicas.
Resolvieron devolver el arte decorativo, tratado desconsideradamente como una Cenicienta a la que se permitía comer con los sirvientes, al lugar importante, casi preponderante que ocupó en el pasado, de todos los tiempos y en todos los países del mundo.
El plan para una gran exposición que presentara este nuevo tipo de arte decorativo se concibió originalmente para 1914, pero tuvo que posponerse hasta después del final de la Primera Guerra Mundial y luego posponerse por diversas razones hasta 1925.
El gobierno francés acogió la exposición entre la explanada de Les Invalides, de cúpula dorada, y las entradas del Petit Palais y el Grand Palais a ambos lados del río Sena. Se esforzaron por mostrar el nuevo estilo. Irónicamente, la pintura y la escultura modernistas jugaron un papel secundario en la exposición con las pocas excepciones del pabellón soviético y el pabellón Esprit Nouveau de Le Corbusier.
La Exposición Internacional Art Deco de 1925 en París fue el catalizador del comienzo del movimiento. Más de 15.000 artistas, arquitectos y diseñadores expusieron sus trabajos. Durante siete meses, más de 16 millones de personas visitaron los numerosos espectáculos.
Art Deco y Art Nouveau
El Art Deco fue una respuesta directa, estética y filosófica, al estilo Art Nouveau y al fenómeno cultural más amplio del Modernismo. Comenzó a pasar de moda durante la Primera Guerra Mundial. Muchos críticos sintieron que los detalles elaborados, diseños delicados, materiales a menudo costosos y métodos de producción, no se adaptaban a un mundo moderno desafiante, inestable y cada vez más mecanizado. Mientras que el movimiento Art Nouveau derivaba sus formas intrincadas y estilizadas de la naturaleza y ensalzaba las virtudes de lo hecho a mano, la estética Art Deco enfatizaba la estilización y la geometría elegante de la era de las máquinas.
La Exposición Internacional de París reunió, no solo obras de estilo Art Deco. También expuso piezas artesanales junto a pinturas y esculturas de vanguardia de otros movimientos como el Cubismo, Constructivismo, Bauhaus, Neoplasticismo y Futurismo. En la década de 1920, el Art Deco era un contrapunto exuberante, pero en gran medida convencional, a la estética más cerebral de la Bauhaus y De Stijl o Neoplasticismo. Los tres estilos compartían el énfasis por líneas limpias y fuertes como principio organizador del diseño. Los artistas Art Deco abrazaron la innovación tecnológica, los materiales modernos y la mecanización.
Aprendieron de otros movimientos modernistas. El Art Deco llegó a ser considerado por admiradores que estaban en sintonía con las perspectivas de futuro de los movimientos de vanguardia contemporáneos.
Desde la década de 1960, ha habido un interés constante por este estilo. Se pueden ver ecos del Art Deco en el diseño moderno de mediados de siglo, que mantiene su estética estilizada. También ayudó a inspirar al Grupo Memphis, un movimiento de diseño y arquitectura en Milán durante la década de 1980. Memphis también se inspiró en el Pop Art y el kitsch por sus diseños coloridos y conscientemente posmodernos.
El Art Deco, un movimiento que en muchos aspectos buscaba romper con el pasado, se ha convertido en un clásico nostálgico y recordado con cariño.
