Romanticismo

ISMOS

Maria de Juan

El Romanticismo o el concepto de lo sublime

Como todos los movimientos artísticos, el Romanticismo surgió como reacción contra todo lo anterior: el orden y la perfección del Neoclasicismo en el arte y el Racionalismo intelectual de finales del Siglo XVIII. Fue una corriente que transformó la pintura pero también triunfó en todos los ámbitos culturales: artístico, intelectual, literario y musical.

Una vez a Liszt le preguntaron cuál era su profesión. El maestro de la música respondió:

«Mi profesión, amigo, es desatar tormentas.»

La rueda vuelve a girar… Después de un periodo racional, sereno, clásico, siempre viene uno desbocado, pasional, subjetivo. Tanto en la historia como en las corrientes artísticas. Y después del frío Neoclasicismo surge el Romanticismo como una tormenta después de la calma. Si la razón se presenta como la luz, al romántico le fascina la noche que implica sueño e imaginación.

Romanticismo

Este movimiento nace en Alemania e Inglaterra cuando un grupo de creadores deciden que ya están hartos de tanto racionalismo. Para ellos el mundo es todo lo contrario… irracional. No es sereno ni intelectual. Está lleno de sentimientos e imperfecciones. Hay una gran insatisfacción, decadencia de valores y desaparición del orden.

Tras la Revolución Francesa de 1789, surge el gusto por el drama, y si es con violencia, mejor. Guerras, locura, muerte… todo aderezado con un toque de erotismo.

La libertad individual se convierte en lo mas importante. Pronto estas ideas se extienden por toda Europa y cada país tendrá su propio Romanticismo, expresado en distintas disciplinas artísticas, especialmente en pintura, literatura y música.

Músicos como Beethoven, Schubert, Chopin y Liszt comparten los ideales románticos. Escritores como Victor Hugo, Lord Byron y Alejandro Dumas coinciden en la visión subjetiva que sustituye a la científica universalidad de la ilustración.

Romanticismo

El yo es lo que importa. Se exalta la personalidad individual y la originalidad. Se valoran las tradiciones nacionales con sus épocas pasadas de esplendor. Aquí es cuando surgen los nacionalismos en Europa.

Nace el culto a la Edad Media, sus ruinas y otros temas antiguos como el círculo del Rey Arturo o sagas de la mitología nórdica. Se valora el folclore, pues la sabiduría popular se convierte en fuente inagotable de inspiración. Se obsesionan con la fantasía, el exotismo y los sueños.

Un romántico debe viajar por el mundo y si no puede, al menos, viajar con su mente o introducirse en mundos paralelos, como los manicomios. Los cuadros románticos pueden estar poblados por fantasmas, brujas y monstruos, como los que describió el escritor Edgar Allan Poe y pintaron Goya y el suizo Fussli.

Surge una idea interesante: el artista como genio, creador, incluso semi Dios. Se forma el mito del artista genio, que se opone a las reglas de la sociedad.

En el Romanticismo se valora la rebeldía. Se trata de romper las reglas. Y eso incluye suicidarse de amor o de tristeza… o morir de tuberculosis. Un buen romántico debería morir joven, como el pintor Delacroix y el poeta Becquer.

Romanticismo

El movimiento fue una fuerza creativa arrolladora que pronto dominó toda Europa. Una clara ruptura con las tendencias del pensamiento intelectual, la industrialización, la racionalización y la glorificación de la ciencia.
Los artistas, cargados de emociones, buscaban desarrollar su imaginación, contagiando sus sentimientos e ideales que impregnaron a al público.

Los románticos se expresaron con pintura, escultura, música y literatura. Retrataron escenas de amor, belleza, suspenso, horror, ira y adoración. Su objetivo era escapar de la realidad.

Aunque el periodo Romántico (1790-1890) se ha descrito como la antítesis de los movimientos Clasicismo y Neoclasicismo, estilísticamente hubo superposiciones entre ellos.

El concepto de lo sublime es esencial para entenderlo. Lo sublime mezcla la belleza con el terror, como sucedió con la Revolución Francesa. Algo sublime es tan grande e imponente que es aterrador y maravilloso a la vez.

Especialmente la pintura sublime, busca capturar un profundo sentimiento y expresarlo visualmente, tal como los poetas y músicos románticos buscaron expresar con palabras y notas.

Romanticismo

Renace el gusto por la naturaleza, pero muy subjetiva. Ya no tiene mérito imitar la realidad. Hay que recrearla, reinventarla, como hace Caspar Friedrich en sus mares de nubes o paisajes helados. No interesan descripciones topográficas, sino mostrar emociones humanas inventando lugares pintorescos y extraños.

El paisajista por excelencia es el inglés William Turner, autor de los cielos mas bellos de sublime cromatismo. Son pinturas casi abstractas donde las sensaciones se transmiten a través de colores difuminados y nebulosas tormentosas.

Resumiendo, estos son los conceptos clave de los pintores románticos.

  • Defienden la libertad de creación y se oponen a los cánones del orden.
  • Subjetividad e individualismo sustituyen la rigidez de las reglas académicas.
  • Valoran la originalidad y la diversidad frente a la unidad de la Ilustración anterior.
  • Sentimientos, emociones y pasiones (amor, sufrimiento, y odio) son lo mas importante.
  • Exaltan sentimientos religiosos, patrióticos y amor por la naturaleza.
  • Prefieren el instinto a la razón y gustan de situaciones límite, despreciando el equilibrio y la armonía anteriores.
  • Libertad, igualdad y fraternidad son clave en lugar de la universalidad de la razón.
  • Fomentan la excelencia de la imaginación y la fantasía.
  • Recrean mundos pasados, especialmente la Edad Media y les fascinan las culturas exóticas (Norte de África y Oriente).
  • Surgen los pintores viajeros y se funda la Sociedad de Pintores Orientalistas Franceses.

Movimiento, color y drama se convierten en el centro de sus obras. Para los románticos, el mundo es un lugar de naturaleza y fuerzas internas, a menudo destructivas y fuera del alcance de control para el hombre. En contraste con esta naturaleza, el humano es pequeño, vulnerable y está en peligro.

Temas como la melancolía, la inquietud y la locura, que enfatizan la fragilidad del ser humano frente a un mundo hostil, son característicos de las obras del inglés William Blake y Francisco de Goya.

Romanticismo

Se trata de un universo de emociones extremas: horror, sueño y violencia. Fuerzas sobrenaturales que van más allá del entendimiento humano y rara vez se pueden controlar.

El Romanticismo es el estilo de los artistas que desean redefinir la figura del hombre y el papel del arte en un mundo que se enfrenta a grandes cambios.

Con la Revolución Francesa y Napoleón Bonaparte en el poder, los artistas sintieron la necesidad de crear obras con temas de ambigüedad, confusión y caos.

El arte producido por los pioneros artistas románticos como Fussli, todavía usaba los estereotipos de la antigüedad. La única diferencia es que los cuerpos que pinta, están distorsionados en posiciones improbables y gestos dramáticos.

Los primeros artistas románticos están influenciados por la brujería, los sueños y las apariciones, pero sobre todo por las emociones.

Emociones fuertes y acentuadas. Como en las obras del místico inglés William Blake, a caballo entre el Romanticismo y el Simbolismo. Pintor y escritor produjo una colección de obras plenas de símbolos como “Matrimonio del cielo y el infierno» o «La existencia humana”.

Romanticismo

Para el no había nada más sublime que la imaginación, que según el, es inmortal, eterna e inagotable. Chocó con sus contemporáneos, por lo que fue rechazado y tachado de excéntrico. Consideraban que estaba loco pero los críticos posteriores lo veneraron por su expresividad, creatividad y por las corrientes filosóficas y místicas de su obra. Se adelantó casi medio siglo. Su pintura y poesía son precursoras del movimiento romántico.

El período histórico de referencia es la Edad Media, entendida como un mundo primitivo e instintivo. Esto lleva al nacimiento del renacimiento Gótico en la arquitectura, pero también a la participación de artistas en las luchas por la libertad política y social. Al contrario de lo que sucedió con el Neoclasicismo, donde el arte clásico griego y romano fue exaltado como la máxima expresión de la capacidad artística.

Dependiendo del país el Romanticismo evolucionó gradualmente. En Francia, la rebelión, pero sobre todo la libertad humana, es el tema fundamental. La política es el centro de las obras, mientras que los artistas alemanes e ingleses están más interesados en el paisaje y la relación entre el hombre y la naturaleza.

En “Viajero sobre mar de nubes” del artista alemán Caspar Friedrich es como si el espectador estuviera dentro de la tormenta, haciéndonos experimentar las mismas emociones que el protagonista. Una “inmersión emocional” que también consigue el paisajista inglés William Turner.

Romanticismo

En Italia, los ideales del Romanticismo se alinean con los del Risorgimento (movimiento ideológico nacionalista) y se centran en el papel político del arte. Se caracteriza por un tono clasicista con algunas novedades formales y un fuerte sentimiento patriótico. El mayor exponente es Francesco Hayez, con obras como “El beso”.

En España, el máximo exponente es Francisco Goya. Decoró su propia casa con 14 murales de temas terroríficos. Como su famoso “Saturno devorando a su hijo”, inspirado en la mitología clásica. Como los artistas franceses, él también trata la rebelión política, la libertad humana, el miedo y la crueldad bélica, como en su “Fusilamientos del 3 de mayo”, “Carga de los Mamelucos” y sus impresionantes grabados “Desastres de la guerra”.

Una vez más, el artista coloca las emociones humanas en el centro de su obra, haciéndonos partícipes del horror de la muerte.

Caspar David Friedrich representa el movimiento de pintura paisajista en Alemania. Buscaba la sublimación del paisaje. El arte era para el, intermediario entre el hombre y Dios.

Así, aunque pintaba paisajes reales, utilizaba alegorías religiosas y místicas. El color violeta simbolizaba duelo y melancolía, los barcos, el camino de la vida del hombre, las rocas, la base sobre la que se asienta la vida humana, los abetos representan la eternidad y la nieve, la fe cristiana en la resurrección.

Romanticismo

El inglés William Turner retrató el asombroso poder de la naturaleza sobre el ser humano. Como otros románticos, consideraba el paisaje natural como un reflejo de su estado de ánimo. Su estilo se caracteriza por el uso de técnicas exclusivas de la acuarela que plasmó en la ejecución de sus obras pictóricas al óleo, creando luminosidad, fluidez y efectos atmosféricos efímeros.

En sus últimos años, empleó cada vez menos óleo. Se centró en la luz pura, los colores de reflejos, con figuras y objetos cada vez más difíciles de reconocer, creando obras casi preliminares de la Abstracción.

Los cuadros del francés Théodor Géricault fueron muy acogidos por la crítica pues muestran con su temática, la rebeldía y la crítica contra la sociedad y el poder. Como Goya, el también retrató dementes y enfermos, reflejando rostros de personas comunes con expresiones de locura. Sus pinceladas gruesas, pastosas y desordenadas muestran su pasión y sentimientos.

Romanticismo

Otra tema favorito fueron los caballos. Amante de la hípica, pintó de forma excepcional la fisionomía equina con su ímpetu, nervio y energía pero también con elegancia y nobleza. Curiosamente, acabó su vida con solo 33 años, por una caída de caballo.

Eugene Delacroix es el máximo representante del Romanticismo. Como su maestro Gericault, es apasionado del color y el exotismo, fruto de sus viajes por África. Gran admirador de Turner, adopta su empleo de barnices, consiguiendo nuevos tonos más vibrantes.

La luminosidad de sus composiciones es magnífica. Sus figuras humanas tienen clara influencia de Miguel Angel, con proporciones casi perfectas, resaltando cada músculo del cuerpo. Pinta expresiones a sus personajes con ojos plenos de sentimiento, dolor, rabia, miedo o valentía. Sus temas son históricos o ambientados en el mundo oriental.

Romanticismo

Su obra maestra, “La libertad guiando al pueblo”, refleja el espíritu francés durante la revolución de 1830 en Paris. La Libertad es una mujer con pecho descubierto que alza la bandera tricolor republicana, dirigiendo a una muchedumbre que marcha sobre cadáveres. El primero que la sigue es el propio Delacroix que se autorretrata. Consigue una impresionante sensación dinamismo. Es una obra maestra que resume la esencia del movimiento romántico.

Con la llegada de la segunda Revolución Industrial y la aparición de las Academias de arte, el Romanticismo comenzará a dar paso a otros movimientos. Ya no será solo el hombre con sus emociones como centro de las obras. Los artistas admirarán el mundo que les rodea y la representación amable de la naturaleza, como descubriremos con los impresionistas franceses. Una vez mas, veremos como los ciclos del arte son como las olas del mar…

You may also like

Romanticismo

Revista pensada para un público inquieto y contemporáneo, sensible a la creatividad.

Oficina Principal MARBELLA

N-340, km. 176
C.C. Oasis, Local 1
29602 Marbella [Spain]

Oficina MADRID

Serrano, 98
28006 MadrId [Spain]

Oficina PARIS

91, Quai D'Orsay
75007 Paris [France]